jueves, diciembre 21, 2006

Antes de irme...

Esta es una de las rolas que más me calan de Sabina, y es que está bien llegadora, bien a lo José Alfredo, bien de macho avante ante la catástrofe sentimental... y en esta ocasión va con remitente y destinataria fija: mujer, ya no tiene usted permiso de hacerme daño, ni tantito; ya con lo que logró en este tiempo es suficiente: Lo que el viento se llevó que no lo regrese el agua. Adiós, mi exprincesa, hasta la nunca reciclada.


Princesa

Entre la cirrosis y la sobredosis
andas siempre, muñeca.
Con tu sucia camisa
y, en lugar de sonrisa,
una especie de mueca.
¿Cómo no imaginarte,
cómo no recordarte
hace apenas dos años?
Cuando eras la princesa
de la boca de fresa,
cuando tenías aún esa forma de hacerme daño.
Ahora es demasiado tarde, princesa.
Búscate otro perro que te ladre,
princesa.
Maldito sea el gurú
que levantó entre tú y yo un silencio oscuro,
del que ya sólo sales para decirme,
“vale, déjame veinte duros”.
Ya no te tengo miedo
nena, pero no puedo
seguirte en tu viaje.
Cúantas veces hubiera dado la vida entera
porque tú me pidieras
llevarte el equipaje.
Ahora es demasiado tarde, princesa…
Tú que sembraste en todas las islas de la moda las flores de tu gracia,
¿cómo no ibas a verte
envuelta en una muerte con asalto a farmacia?
¿Con qué ley condenarte
si somos juez y parte
todos de tus andanzas?
Sigue con tus movidas,
pero no pidas
que me pase la vida
pagándote fianzas.
Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa

miércoles, diciembre 20, 2006

Fucking new year



Bueno, gente, me paso a retirar una semanita o dos, ya que me lo regreso a mi tierra por eso de las navidades y los años nuevos y los no sé qué, y allá no tengo internet. Así que sabran de mí y mi literatura idiota hasta que regrese, o hasta que me ganen las ansias y las ganas de decir tarugadas o cursilerías y decida entrar a un café internet. Y los que están en Hermosillo, vayan llenando la hielera de caguamas tecate, porque allá sí saben a gloria.
Bueno, sólo me queda agregar que empezaré el año ebrio, muy ebrio, para olvidar lo mierda que fue la primera mitad del 2006... y que quede bien claro, hay Cadáver para rato: el Mictlán puede esperar.
¡Arriba Los Pumas! ¡Arriba Los Naranjeros!
Pura garra y puro poder cítrico, a huevo.
PD: Cuídense de los panuchos, que a esos les encanta cagarle la vida a los que son felices y hedonistas: Calderón, no mames.

jueves, diciembre 14, 2006

lunes, diciembre 11, 2006

Aun sin respuesta

Para Lourdes

Quiero encontrar el pretexto más obvio y a la mano
para entender de una vez por todas
la razón de esta idea tan tuya y tan dispuesta a todo,
que me reclama aquí,
ahora
y para siempre.

Quiero encontrar el pretexto más obvio y a la mano
para entender de una vez por todas
tu entrega sin resquebrajos,
sin reclamos disfuncionales y funcionales,
tu inmutable dicción de labios mudos que no dejan de vivir y gritar cada una de tus promesas,
que no sólo esperan y esperan,
sino que hacen guardia día y noche a mis sueños,
a mis esperanzas rotas y moribundas pero renuentes a estirar la pata;
y dime,
por qué nadie como tú ni antes ni después,
por qué mi adiós
y mi pasado silencio e idiota
te sabe a hola hasta luego…

Pero no voy a negarlo,
aun sin respuesta,
no sé decirte no,
y me pierdo gustoso en tus madrugadas,
en tu alba morena,
en tus manos nada frías,
en tus hormonas dulcemente fatales y calculadoras,
en tu respiración que quiere pero se aguanta… tantito nomás.

Y aquí estoy
para hoy y ayer,
para recordarte y palparte en memorias presentes,
para cumplir con lo estipulado entre mi palabra suspiro y tus tímpanos,
para sudarte y no dejarte dormir sino entre reproches claudicantes
que toman mis manos y las invitan a nadar en ti
aquí,
ahora
y para siempre.

lunes, diciembre 04, 2006

El voto útil, es el voto hedonista

Que se cuide el PAN, la derecha conservadora que recien toma el poder, porque estoy por formar el PARTIDO HEDONISTA LIBERTINO, y pienso seriamente postularme pa la próximas elecciones: Pornografía y cunnilingus para tod@s.
He dicho.
¡CADÁVER PARA PRESIDENTE!
Porque yo tuve un sueño (húmedo)...
bueno, no voy a mentir, no fue uno, son y siguen siendo muchos.

viernes, diciembre 01, 2006

Introspectivo saladito

Me gustas, realmente me gustas.

Al salir de clase ocupo la banca más cercana y lo primero que hago es buscar tu cuerpo. La imagen de éste no abandonó mi cabeza durante toda la pasada hora. Visualmente hago contacto, pero no estás sola, estás con el Imbécil.

Sabes que estoy aquí, al otro lado del pasillo, observándote y aguantándome las ganas de ser yo el Imbécil que te toma de la mano y de lo demás. Pero como ayer y como el día antes de ayer, y como en los dos últimos semestres, puedo soportarlo, tengo que soportarlo. Si todo este asunto fuera mera cursilería de seguro ya lo hubiera superado, o cuando menos evitaría los tan frecuentes y repentinos bombeos sanguíneos que, enfocados en cierta parte de mi cuerpo, impiden me mantenga de pie sin dar indicios de que libidinosamente te admiro.

El imbécil se acerca a tu oído y sonríes. Como respuesta tus labios visitan los suyos y tu lengua entra en su boca. Él responde y yo sigo observando.

Me gustas, realmente me gustas... y me pones jorni con esa mezclilla ajustada que delata como que no queriendo (pero sí) tu ropa interior, tus muslos, la redondez agraciada y nalguiable de tus (asumo) morenas caderas. El bombeo comienza y como dice la rolita de la Cuca: “quiero mojarme los labios y tu cuerpo pasarlo por mi garganta. Quiero sentir el pétalo de tu pelo, perfumarme del olor de tu celo”.

Maldición, tengo que sentarme y fijar la vista hacia otro punto. Lo hago pero da igual, nada detiene el bombeo de sangre. Mi imaginación no entiende de razones, no entiende que debo estar de pie en menos de cinco minutos para ir a la siguiente clase. En mi cabeza realmente se instala la idea de pasarte por mi garganta, de morder con cabrona pero paciente liviandad aquel rincón, de zambullirme en tu lubricado mar de feromonas, para finalmente inundar de blanco tus libidinales y mudos labios. Eso como aperitivo.

Insisto: realmente me gustas... y me pones jorni. Me doy cuenta que da igual si te miro o no, así que dirijo de nuevo mi mirada hacia ti, sólo para observar cómo el Imbécil y tú se levantan, se van sin renunciar al periódico intercambio de saliva.

El maestro que dará la siguiente clase pasa frente a mí, pero todo parece indicar que tendré que pasar mucho más tiempo de lo esperado sentado en esta banca: me he inundado yo solo.