-Entonces no somos nada…
-No, nada.
-¿Nadita de nada?
-Nada.
-¿Ni tantito?
-No.
-No nos conocemos… ¿verdad?
-Verdad.
-¿Y por qué estamos charlando?
-No lo sé, usted llegó, me señaló con el dedo y dijo: “Entonces no somos nada…”. Y yo le contesté. Soy un caballero, claro está.
-Adiós.
-Adiós, tenga usted un buen día.
-No, nada.
-¿Nadita de nada?
-Nada.
-¿Ni tantito?
-No.
-No nos conocemos… ¿verdad?
-Verdad.
-¿Y por qué estamos charlando?
-No lo sé, usted llegó, me señaló con el dedo y dijo: “Entonces no somos nada…”. Y yo le contesté. Soy un caballero, claro está.
-Adiós.
-Adiós, tenga usted un buen día.
8 comentarios:
porque tanta insistencia hacia un caballero? todavia si fuera una dama...
hahaha concuerdo con el o la de arriba
chido
no habia visto que tenias 29, tienes 29 ?
y pues con mas razon ya no hay mundial es tiempo de visitar hahaha
saludoss
esa es una canción que se llama amnesia ¿no?
saludos!
Sublime...
Y como no existen los caballeros, efectivamente no somos nada.
piche poyo ando bien crudo... saludos.
Para mí que cuando se desvaría se pueden llegar a desarrollar pláticas más interesantes que las que tenemos cualquier puto día... ¿no crees?
desgraciada...
Publicar un comentario