domingo, marzo 25, 2007

Mi día de ayer y la noticia de mi tío Julio


Llegué al DF a las 4 de la tarde del sábado 24, ya para las 5 estaba en el Chopo platicando con el buen Tobi, el Jarcorín y el Cryptas. También pude saludar a la Gina, ex integrante del ya desaparecido colectivo anarquista Unión de Punks Libertarios, a quien vi alivianada, lo cual me dio mucho gusto.
Al salir del Chopo tomé el metro y me fui a casa del Pío. Nos medio fumamos un porro y fuimos a la casa de Ángela (chica hermosillense que radica en el DF) porque Pío le llevó un “encarguito”. Ángela tenía visitas (también de Hermosillo) así que pos me sentí un poco fuera de lugar, ya que ellos tenían su pedo y como que llegamos de acoples. Tons mejor nos fuimos a la casa de un compa del Pío que nos llevaría a una fiesta por la Condesa.
Hasta ese momento la comitiva éramos el Pío y dos amigos de él (un chico emo skate chilango y un chico no emo pero también skate aunque francés) y yo.
Total que llegamos a la casa del compa del Pío, no recuerdo su nombre pero el tipo era canadiense y compartía departamento con un colombiano al que casi no le entendía nada y no me bajaba de “huevón” (que sería el “wey” de los mexicanos). Aumentado el contingente nos fuimos a tomar el MetroBus caminando un buen hasta Insurgentes.
El canadiense estaba hasta el culo del chico emo chilango, ya que no dejaba de pedirle el cel, aparte que en su departamento había hecho una llamada también a celular y duró un chingo hablando; el Pío caminaba y no dejaba de hablar de sus viajes bien abstractos a los cuales, a pesar de todo, entendí dos tres; el colombiano en cada parada que hacíamos (porque el Pío se quedaba atrás saludando gente) conseguía el teléfono de alguna chica que iba saliendo del Oxo, esperaba el camión o cruzaba la calle; el skate francés sólo se nos quedaba viendo a todos y trataba de seguir la charla pero su español no era muy bueno.
Uno de mis objetivos al ir al DF (aparte de grabar el documental sobre la banda ANARHUS) era concretar la cita con Diana, la chica colombiana que conocí en mi cumpleaños cuando viví en el DF (cita no romántica, cita amistosa, aclaro). Es algo raro el asunto porque siempre que quedábamos de vernos pasaba algo, ya sea a ella o a mí, aunque debo decir que ella sólo me canceló como dos veces y yo como cuatro, pero nunca en mal pedo, simplemente salía alguna emergencia o trabajo escolar (al DF fui a tomar un diplomado de cine) y total que nunca fuimos ni a las luchas, ni al bar, ni al café ni al cine o a una de las tantas exposiciones que habíamos quedado de ir; simplemente todo se quedó en charlas telefónicas, mensajes de celular y chidas pláticas en el msn.
¿A qué viene el asunto de Diana? Pues resulta que cuando toda la horda internacional llegó al MetroBus ya había hablado con ella y me comprometí a darle la dirección del bar donde sería la fiesta para vernos ahí.
En todos los viajes al DF que he hecho solo, nunca me sentí ni nervioso ni preocupado, ni por los asaltos ni por nada (y es que siempre he pensado que el pedo de la actitud también es un factor para que te pasen o no las cosas), pero esta vez desde que me subí al camión en Morelia rumbo a la ciudad de México me sentía preocupado, incómodo y no sabía por qué, simplemente tenía la sensación de que algo malo pasaría.
Y ahí vamos en el MetroBus por todo Insurgentes y como a eso de las diez y media de la noche suena mi celular: era mi mamá diciéndome que había fallecido mi tío Julio, (hermano de mi papá), y que por favor me regresara a Morelia ya que ellos iban a ir a Empalme, Sonora, al funeral, y mi hermana menor se iba a quedar sola.
Y eso hice.
Me despedí del Pío y de todo el contingente globalizado y expliqué mis razones. Me bajé del MetroBus en la estación Insurgentes y tomé el Metro rumbo a Observatorio. Ya en la central camionera en Observatorio, llamé a Diana, me disculpé y le di mis razones, ella me regaló chidas palabras de aliento y quedamos en vernos en algún futuro no lejano. También me disculpé con el Trasher (guitarrista de ANARCHUS) por no poder asistir a su concierto para terminar el documental y dijo que me avisaría de otro concierto lo más pronto posible.
Y así las cosas. Murió mi tío. Murió en Guadalajara mientras visitaba a una tía. Él no sólo es mi tío y hermano de mi papá, sino también es mi padrino. Me siento muy sacado de onda, sobre todo porque hace como dos semanas nos lo topamos en Guadalajara ya que mi papá quiso también ir a visitar a su tía. Y estando allá con mí tío me tome unas chelas, platicamos, me hizo carrilla por mi barba, por mi cabello rapo y hasta fuimos a comer mariscos al restaurante de un primo.
Lo vi bien, entero, charlando con optimista nostalgia de su trabajo en el ferrocarril (como buen empalmense), de todos los trenes que arregló, contando anécdotas de la construcción de las vías, de cómo una vez un joven ingeniero estaba comisionado para poner toda una línea nueva y que detuvo la construcción porque no había vías dobladas para hacer las curvas, argumentando que había que esperar a que llegaran de la fábrica. Y que de repente llaman a un señor muy anciano pero con mucha experiencia armando vías y mandan a la chingada al joven ingeniero por “inútil”, dijo mi tío, porque las vías se doblan cuando se está armando todo, porque un verdadero ferrocarrilero en ese entonces sabía que los rieles no se fabrican en curva.
Ese es mi tío Julio, chocarrero, carrillero y bien chido, y también, que no quede duda, un excelente cocinero autodidacta cuando se trata de marisco y pescado.
Es verdad que en mi viaje al DF tenía muchos planes que no podré llevar a cabo en un buen rato y que mi documental quedó sin final, pero también es verdad que me duele más mi tío, que lo voy… que ya lo extraño y mucho, que me siento mal porque pude haber pasado más tiempo con él cuando estaba yo en Sonora.
¿Por qué tirar todo un rollote para decir esto, que lo extraño y que lo quiero? Porque no podré ir a su funeral y ésta es mi manera de despedirlo, narrando mi vida el día que él murió e inmortalizando de alguna manera mis últimos momentos que pasé con él.
Agrego que acompañando a este texto se avecina una semana de respeto donde no pienso escribir nada ni en mi fotolog ni en mi blog. En ambos lugares hay luto.
Creo que por hoy es todo.
Qué le vaya bonito, tío, aquí se le recuerda mucho y bien. Y como solía decirle usted a mi hermana menor cuando ésta estaba todavía en pañales (y ella se carcajeaba soltando el chupón de su boca): “¡Azúcar!”

Arriba los Rieleros de Empalme.

Descanse en paz Julio Orozco Tapia

sábado, marzo 17, 2007

Opinen (entrada 251 -sin albur- de este blog)


“Yo opino, como el mismísimo Joe Pino lo haría, que opinar es importante y que importante es mi opinión. Entonces, opino que todas y todos deben preguntarse y opinar -porque opinar es importante-: ¿Es el cunnilingus la mariscada pro-orgásmica por excelencia? ¿O es pe(s)cado?”

(Joder, y yo portándome bien)

viernes, marzo 16, 2007

Por los amigos

El Cadáver dejándose querer por el Tánori

El buen Tánori en su Chevemóvil



Tánori y Roberto en diciembre 06



Mi compa Jesús Tánori anda bien crudo, pero bien crudo. Y no es para menos, ya que ayer mismo se graduó de su maestría, y por lo tanto es un psicólogo con maestría.
Bien por él. Lo único que me entristece es que no estuve ahí, cuando menos no físicamente. Un abrazo desde acá, carnal, un gran abrazo y cuando vaya a Hermosillo nos ponemos al día, me cae que sí. Felicidades.
Por otro lado quiero aprovechar el post también para disculparme con Miriam y Blanca, a quienes les había prometido ir a su graduación; neta que ya sé que les quedé mal y pos de alguna manera se las repongo, ya sea con una comidita o unas buenas chelas, ustedes dicen. Y también para ustedes ambas dos un gran (dos) abrazo. Las quiero, y mucho, y que no se les olvide.
Gracias por ser ustedes y estar ahí.

miércoles, marzo 14, 2007

Diálogo semiafásico.

-Entonces no somos nada…
-No, nada.
-¿Nadita de nada?
-Nada.
-¿Ni tantito?
-No.
-No nos conocemos… ¿verdad?
-Verdad.
-¿Y por qué estamos charlando?
-No lo sé, usted llegó, me señaló con el dedo y dijo: “Entonces no somos nada…”. Y yo le contesté. Soy un caballero, claro está.
-Adiós.
-Adiós, tenga usted un buen día.

lunes, marzo 12, 2007

En ese instante

Y es aquí,
ahora,
cuando prefiero en definitiva resignación
un trago amargo de confiable pesimismo
a un dulce pero caducado sorbo de optimismo traicionero.

Y es aquí y ahora
que tiro la toalla,
derrotado cabalmente
en el séptimo asalto rumbo a la lona
porque me sobran los no,
me sobran los quizá,
pero nunca jamás los hubiera:
soy un ardido perdedor
por oficio y amor al arte.

Aun así,
y que lo sepa el mundo,
con todo y la rendición definitiva,
me siento completo,
inspirado por la prueba y error.

Aunque no voy a negar
lo incómodo que me hace vivir
la inspiración,
siendo ésta tan inconstante
e irregularmente irregular.

Y bien lo sabes,
amo congruente las causas suicidas,
los amores en definitiva perdidos,
esos que se dejan buscar pero no encontrar;
y oculto los ases bajo la manga de mi contrincante oráculo,
y subo la apuesta casi con pánico a salir victorioso.

Y es ahí,
en ese instante,
cuando prefiero en definitiva resignación
un trago amargo de confiable pesimismo
a un dulce pero caducado sorbo de optimismo traicionero.

sábado, marzo 10, 2007

Rectifico

Se dice loco de alegría,
también podría decirse cuerdo de dolor.

Marguerite Yourcenar


No, estaba confundido; no creo estar loco, no después de leer la cita que precede a estas mis palabras: Así, pues, estoy cuerdo de dolor. Mi única preocupación ahora es parecer muy Emo.

jueves, marzo 08, 2007

Irremediable


Creo que estoy loco.

lunes, marzo 05, 2007

No...


No, no tengo una hija... nació muerta. No, no tengo un hijo... se suicidó en el vientre de su madre. No, no tengo un perro, lo maté cuando intentó morderme. No, no tengo suegra... la única novia que tuve fue una muñeca inflable imaginaria. No, no tengo ombligo. No, no existo.

Alguna vez escribí un libro y planté un árbol; el libro se secó y el árbol se ahogó en letras sin remitente.