miércoles, diciembre 12, 2007

Desde entonces


Desde entonces



A los amigos muertos


No tengo esa pena con permiso errante:
permiso de muerto,
permiso de cementerio,
permiso de última vez,
permiso de suicida ascético,
permiso de calaverita calaverón… con el perdón de doña Juana.
Y el perdón ha delatado cada segundo que escapa del reloj de arena,
cada segundo que pierde la niña que salta de tus ojos,
de tu espejo,
y regresa hecha mujer.

Bebo tus cenizas,
las cenizas de tus letras,
de tus palabras,
canto tu ausencia,
lloro y celebro tus pasos,
tu rostro,
tu hola,
y aquí te guardamos el adiós,
en las trincheras de la cremación
y las esquinas del hasta pronto.

3 comentarios:

Tánori dijo...

Esta muy bien Luís, aunque no soy letrino, digo que esta chilo. Más Saludos...

eme dijo...

es las esquina no hay que guardar nada. en la sala, en la sala.

Ana Corvera dijo...

qué dificil es decir adiós en cualquier circustancia no mi querido cadáver? menos cuando no lo esperas; menos cuando uno cree con ingenuidad que pudo evitarlo cinco minutos antes.