viernes, enero 12, 2007

...y chela tras chela

Dejé una chamba en Morelia pa poder ir a Hermosillo a cerrar ciertos asuntos personales de mi persona, y claro, no voy a negar que tenía en mente saludar a mis compas de la carrera, de la banda, y eso implicaba (implicó) una buena dosis de cerveza, dulce verdugo de mi sobriedad, dignidad y mi sentido común.
Así las cosas en Hermosillo: chela tras chela, taco tras taco, dogo tras dogo (frente a Rectoría de la UNISON) y otra vez chela tras chela.
Y otra vez chela tras chela.
Y salud: caguama, bote rojo, bote rojo 16oz, bote Light (pa los que guardan la figura… de barrilito), ballena, media Pacífico, media Corona y, por supuesto, una buena dosis de Indio de barril (porque sepan los que no son de Sonora, allá sólo se vende Indio en esa presentación). Pero tampoco nos rajamos al tequila y le entramos con garganta audaz y panza feroz al bacanora.
Salud.
Las chelas no faltaron ni un solo día de los que estuve por allá, pero no pude saludar ni a la mitad de personas que tenía planeado visitar y decirles hola. Es más, no cumplí con todos los compromisos familiares como me hubiera gustado, pero pos, ni pedo, ya pa la otra.
De cualquier manera fue chido saludar a los compas universitarios, letrosos y agregados culturales: Nora, Donato, Vanesa, Aldo, Elisa, Blas, Hugo, Rebeca, Tánori, Roberto, Rubén… bueno, ustedes entienden, son un chingo. Casi todos toditos casados y con críos. Lo cual es chido, pero de cualquier manera te recuerda que sí han pasado los años, y muy a su manera, eso también es chido.
A Donato y Nora los conozco desde la prepa… más o menos hace como diez o doce años. Ellos están casados y tienen a una preciosa chamaca de un año siete meses, y esa condenada dulce chamaca es la niña de mis ojos, y me ha sacado como nadie sonrisas desde que nació. Ella es Sofía y es una pañaluda bien rock. Y cómo no, si sus papás son bien rock.
Estuvieron chidos los vaisas con el Club del Jamón (chiste local), relajantes charlas nostálgicas y no tanto, buena música, brindis insistentes y desmadre armónico empático ecléctico.
Y de repente que me dice El Bato “que voy a tu casa” y sin avisarme invita a toda la crew disonante, a los mismísimos StrEss y cómplices del grind, y pos que me lo animo y otra ronda antes del regreso, antes de viajar cerca de 1750 kilómetros de asfalto jodido y casetas de cuota sin progenitora de regreso a Morelia. Y sí, me puse hasta el culo del diablo, no sólo me iba pa tras, me iba de ladito con la puritita fuerza del viento y la gravedad. Qué cruda, pero qué peda. Puro pinche barbudo grindcoroso con panza feliz. Hasta la comadre llegó y empinó la ballena, inclusive la Fer pasó a saludar y despedirse, ya que se regresaba pal DF en esos días: orgullosos, subversivos y borrachos (pero más borrachos que otra cosa):

-¿Navidad, Año Nuevo, qué es eso?
-Tú empina el codo y sóbate el hígado.

Y así, el Igor Cirrosis, el Pepe Bacteria Barbuda, el Bato Grind, el Big Maik y yo, su nunca servidor, el Cadáver Muerto, brindamos de nuevo y preparamos los próximos actos de StrEss, de terrorismo sonoro, en la Campaña Mundial por la Destrucción de la Música.Y es que estamos felizmente incorporados a la Mexican Grindcore Mafia: Ruido o muerte: hasta el noise siempre.

Un saludote a los cómplices cannabis etílicos de cada una de las pedas, gracias al dúo dinámico (Blanca y Miriam), a los jamoneros y a los estresados, y mil disculpas pa los que no pude ver (nos falló el tiempo/espacio; Cristina, un abrazo y gracias por todo).

PD: Pinche Denisse, espero pa la otra te dejes ver… se te extraña cabrón.
PD2: Y sí, cerré asuntos personales de mi persona, pero creo que abrí otros…

1 comentario:

DuB dijo...

ni p2...
ahí pa´la otra...
-que no existirá-
Muajaja!
Besitos de lengua como siempre...
:[

(si yo le contara...)