Algo está roto

Debo insistir que me caga tu insistencia
y que te instales más decidida que nunca a no tomar una decisión.
Pero para eso estamos aquí,
para declarar una despedida en estado de coma,
una adictiva, dolorosa y placentera tortura
felizmente encadenada a un éxtasis encamado en cómplice azar.
Debo insistir que me caga mi insistencia
e instalarme más decidido que nunca a no tomar una decisión.
Pero para eso estamos aquí,
para empezar con los créditos sudor nicotina
y acabar con el epígrafe de mis dedos entre tus piernas.

Voy a buscar tu mano en los genitales de alguien más,
voy a besar los labios que has besado en algún cuarto oscuro
para convocar tus silencios.

Busca mi última promesa no cumplida
y restriégala en mi cara;
busca la primera foto que delate en plano detalle
nuestra momentánea ventaja sobre la soledad tajante
y que el final sea sin mareas bajas,
tan conciliador como un campo minado
y que el olvido sea una clausura sin mensajes anónimos,
sin remitentes obvios y predecibles:
algo está roto.