CAPÍTULO IV
(fragmento fragmentado)
Aburto esquina con Colosio.
Aquí la soledad se dignifica a sí misma como el tiempo dignifica las antigüedades. Durante el recorrido ninguna señal de vida se hizo presente… hasta las cucarachas y las ratas habían emigrado muchos años atrás; aquí, por inercia, el aire es la tarjeta de presentación del abandono.
(Tengo que dejar de leer novelas policiacas…)
La casa está en pie sólo de milagro. Yo mismo dudé en entrar o no a la escena del crimen, crimen ocurrido 20 años atrás. Aquí hubo vida, después violencia, tortura y muerte. Ahora hay nada.
(Y con lo que me caga la literatura que quiere sonar a filosofía de café)
No quiero aceptar que no tengo la menor idea de qué hago aquí. Porque aceptarlo sería declinar a favor de todo el mundo… declinar a favor de quienes hicieron lo posible para que no abriera de nuevo la investigación, porque “un asesino en serie no deja de matar por 20 años para retomarlo de nuevo, así que buscamos a un imitador.”
No estoy loco… medio borracho y amargado y medio sí, pero loco todavía no.
Hoy no estoy de humor para aguantar una resaca -como todas- de la chingada. Así que un par de tercias de tragos no son ninguno… no cuando te empiezan a temblar las manos en lo que aparentemente será una mañana larga.
De cualquier manera estoy segurito que este hijo de puta es el mismo, me arranco un huevo si no… y como no me lo quiero cortar, voy a aferrarme a esta hipótesis… mi instinto, a pesar de todo, siempre está sobrio.
CAPÍTULO XXIII
(notas del borrador… borrado)
Estoy viejo. Normalmente me tomaría mucho tiempo en la barra de la cantina para que al fin decidiera irme a casa, sobre todo después de resolver un caso de esos que ayudan a subir de rango… pero me conformo con que no me corran… voy a casa, allá tengo bastante hidratación etílica en el refri… y quiero ver a Paloma y darme un revolcón de esos bien acá, de los que no olvida tu cuerpo en días y te duelen hasta -por supuesto- los huevos y un tantito más arriba.
Chale… me urge un shágüer. Apesto.
Me baño y llamo a la casa de putas… sería una culerada de la vida si Paloma está ocupada o no trabaja hoy.
(fragmento fragmentado)
Aburto esquina con Colosio.
Aquí la soledad se dignifica a sí misma como el tiempo dignifica las antigüedades. Durante el recorrido ninguna señal de vida se hizo presente… hasta las cucarachas y las ratas habían emigrado muchos años atrás; aquí, por inercia, el aire es la tarjeta de presentación del abandono.
(Tengo que dejar de leer novelas policiacas…)
La casa está en pie sólo de milagro. Yo mismo dudé en entrar o no a la escena del crimen, crimen ocurrido 20 años atrás. Aquí hubo vida, después violencia, tortura y muerte. Ahora hay nada.
(Y con lo que me caga la literatura que quiere sonar a filosofía de café)
No quiero aceptar que no tengo la menor idea de qué hago aquí. Porque aceptarlo sería declinar a favor de todo el mundo… declinar a favor de quienes hicieron lo posible para que no abriera de nuevo la investigación, porque “un asesino en serie no deja de matar por 20 años para retomarlo de nuevo, así que buscamos a un imitador.”
No estoy loco… medio borracho y amargado y medio sí, pero loco todavía no.
Hoy no estoy de humor para aguantar una resaca -como todas- de la chingada. Así que un par de tercias de tragos no son ninguno… no cuando te empiezan a temblar las manos en lo que aparentemente será una mañana larga.
De cualquier manera estoy segurito que este hijo de puta es el mismo, me arranco un huevo si no… y como no me lo quiero cortar, voy a aferrarme a esta hipótesis… mi instinto, a pesar de todo, siempre está sobrio.
CAPÍTULO XXIII
(notas del borrador… borrado)
Estoy viejo. Normalmente me tomaría mucho tiempo en la barra de la cantina para que al fin decidiera irme a casa, sobre todo después de resolver un caso de esos que ayudan a subir de rango… pero me conformo con que no me corran… voy a casa, allá tengo bastante hidratación etílica en el refri… y quiero ver a Paloma y darme un revolcón de esos bien acá, de los que no olvida tu cuerpo en días y te duelen hasta -por supuesto- los huevos y un tantito más arriba.
Chale… me urge un shágüer. Apesto.
Me baño y llamo a la casa de putas… sería una culerada de la vida si Paloma está ocupada o no trabaja hoy.
12 comentarios:
A veces (la mayoría del tiempo), mi instinto está borracho. Pero no como esos borrachos que se agarran abrazando gente y saliendo con la novedad de que quieren a todo el mundo y todos son sus compadres. No, es más bien como esos que se quedan en un rincón a observara la gente para planear su siguiente movimiento. Demasiado frío, para mi gusto.
Hoy domingo le prendo una vela a la confianza, a la caguama que me está esperando en el refrigerador y, claro, al blogspot, por sus horas y horas de entretenimiento y orgasmeadas que me brinda.
que puta la paloma si esta ocupada o no este trabajando...
paloma is in da jáus.
búscala!
Literatura de cadaver no miente?
Y aqui entro yo con la clasica pregunta cagasona: Quien es Paloma? :P
¿Aún existen los dectectives privados?, ¿Dick Tracy sigue siendo alguien?, ¿El complot mongol está vigente?, ¿La Paloma es puta o putísima?, Chale con las novelas policiacas...
Yo por eso leo comics ... ... ...
... ... ... ... ... ... ... ... pluag
encontré por casualidad tu blog ^^
volveré a visitarte ;)
y bueno, esto de la tristeza debe ser un onda de epidemia o de generación.
También hay palomos?
Otra cara de la melancolía. ¿Paloma es parte del mundo que todos tenemos bajo la uña? Un beso mi querido Cadáver.
p.d. a mí también me gusta la película de Casablanca. Ni se diga el soundtrack, con la música inigualable de L. Armstrong.
me gusta tu estilo, tienes lo tuyo, tal vez publique un poco mde lo mio y tal vez ose crear unos de mis proyectos de cadena, si lo hago espero que puedas participar.
Por cuántas calles caminamos a diario sin saber lo que sucedió en ese lugar, cierto?
Las novelas policiacas renacieron hace unos años, no las sueltes
Qué bueno que regresaste
te dejo mi MSN angel.perverso@gmail.com
...entonces habrá que recurrir a los besos evaporados, a las noches que duermen en cada uno de ellos. Y luego renacer. Besos.
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