domingo, abril 09, 2006

La mosca y el mentado dinosaurio

Cuando despertó, su erección matutina penal (de pene) todavía estaba allí.

Cuando despertó, la mosca en la sopa todavía hacía: “tssssssssstsssstsssssstss”, Y no se moría.

Mesero, hay un dinosaurio en mi sopa.

Mesero, quiero lo que el señor Monterroso está comiendo.

Cuando despertó, el mesero todavía estaba allí.

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí… “ahí” y no “allí”.

Cuando despertó, Barney todavía estaba allí, en el piso, sangrando y llorando por la madriza que le puso Godzilla.

4 comentarios:

Cecilia Guadarrama dijo...

No sé qué decir... sólo lo pienso.

elisa dijo...

Salucita por los pumas, compa, nomás les dimos un poco a las güilas del américa. ¿cómo vió, cadaver?
Saludos chilangos

Alfredo Godínez dijo...

No sólopuedes ser el Cadáver precioso, sio que eres el Cadaver precioso que perdió el héroe de esta película, Augusto Monterroso, el papa.
Buen texto, chido el atrevimiento.
Un poblano abrazo.
Afectuosamente.

Pablo dijo...

Una ronda de lo mismo que Monterroso.