Que Cuahutémoc Sánchez se joda

Soñé

A las Hijas de Lilith con hedónico cariño

Anteayer tuve una pesadilla. Soñé que era hijo de Cuahutémoc Sánchez. Joder, y es que con tanto sinarquista, con tanto Abascal, Dieguito Fernández, tanta Martita y tanto tata Fox; tanto Provida, canonizaciones, visita papal, Opus Dei y dos tres más -que son un chingo- guácale, safo y chale.
Que si el Cuahutémoc ése fuera mi apá, terminaría pidiendo asilo político a los talibanes, nomás pa masturbarme. Y es que chale, entre tanto persignado y beata, me vengo a enterar que no hay que usar condón porque el condón no es biodegradable. ¿Y los hijos? Pos dizque son regalo de Dios. Lástima que no vienen con baterías incluidas y su dotación de pilones, su bocho y/o changarro, o ya de perdis su dispensa del PRI.
Y como los chamacos son regalo de Dios, y a Cevallo regalado (más bien vendido) no se le ve (y qué bueno).. a ver, hazla de pedo al señor Limón, que no es lo mismo “lo negro del Negro” que “lo según de la Martita” o “vete Fidel porque viene el patrón Bush, te comes un cabrito y te me retachas pa tras”.
Pero pos ahí está el cambio, el cambio de lada y párale de contar.
Y que si le mochan el éxtasis a la juventud, como que es tener las barbas blancas y sufrir de impotencia a los 16... y eso es feo.
Pero ayer tuve una dulce pesadilla. Soñé que me cachaban leyendo a García Márquez (Carlos Fuentes no me parece simpático), ¡y sopas!, la madre superiora me lleva al infierno con pase directo... pero ya en el averno, que me sale el Marqués de Sade y un tal Casanova (acompañados, claro, de varias monjas bisexuales). Y no queda de otra que afirmar que estas sí son fiestas, no como las de la juventud (juvenil) católica del “arco iris”.
No todo está perdido: Hedonismo y grind and roll.