Diálogo 38

-Llegó muy molesto y aventó la puerta, por eso llamó mi atención.

-Y qué escuchaste…

-Arrojó con rabia algunos portarretratos a la pared que separa nuestros cuartos…escuché el vidrio al quebrar. Maldecía a su novia y gritaba: “¡Por qué ya no me quieres, por qué!”. Luego se puso a llorar a pulmón abierto y cuando estaba por tranquilizarse empezó a gritar: ¡Sin ti no quiero vivir, quiero morirme y dejar de existir!”.

-Mucho drama…

-No interrumpas.

-Perdón.

-Y en cuanto terminó la oración escuché un disparo y su cuerpo caer al piso.

-¡Se suicidó!

-No… nadie le dijo al idiota del otro vecino, con el que este dolido amante compartía la otra pared, que un arma antes de ser limpiada se debe descargar... y se le escapó un tiro. Murió al instante. Muerte accidental de un candidato al suicidio.

-Aaaah.