Casi nada
–quién coños soy–
Esta es una advertencia pa la que quiera quererme (mucho o poquito)
Hay mujeres que me han dejado, muchas. Afortunadas ellas. Se enamoran de algunos rasgos mínimos de mi alma, y esperan ansiosas a que aparezcan más. Como no sucede, terminan por desilusionarse. Por buscar al hombre ideal en otros fracasos, en otras carteras.
Mauricio Carrera
Patético cadavérico hormonoso descarado, despampanante olvidador, traicionero arrepentido, vagabundo con domicilio conocido, borracho indiscreto a discreción, patológico sin plumas, hedonista libertario, Sancho panzudo agusanado, canabiscioso horripiloso, cacofónico rudo enmascarado, deportista lesionado, apostador sin cartas, romántico disonante, postcubista redondo, frijol sin tortilla, vengador atemporal sin prestaciones, renacuajo jubilado, letroso aferrado, simpático amarguete, amargado paria socialito, tropezante periódico constante consonante, cometa de closet, ostión en el desierto, cerdo de engorda a dieta, fantasma sin sábana, dildo roto sin baterías pero animoso y dispuesto, guitarra desafinada sin la sexta cuerda, mañoso perfumado, Bacanora encabronado, nidito de amor sin luz, agua ni gas, profeta del hubiera, ex novio quejumbroso reumático, amante comodín, hermano impar, hijo que prometía (nadie sabe qué), cunnilingus orgullosus adictus y libertino teórico en teoría.